
Dejando a un lado el tema del azar y volviendo a esas señales que todos hemos buscado en alguna ocasión, ¿son de verdad señales o sólo vemos lo que queremos ver? Esa canción que te anima a mandar un mensaje cuando dudabas si hacerlo o no, y te da ese pequeño empujón; ese pensamiento compartido, esa luna perfectamente colocada en el firmamento. ¿De verdad hay algo que guía nuestros pasos o simplemente materializamos nuestros deseos por medio de señales, justificando así nuestras propias decisiones? No sé qué asusta más, la verdad: lo primero, que haya algo más allá de nosotros mismos que maneje nuestro sino, que no tengamos poder alguno sobre la dirección de nuestros pasos en el camino; o lo segundo, que nuestra mente sea capaz de modelar la realidad hasta tal punto. Es realmente retorcido, ¿no? Nuestra mente es algo maravilloso, de dimensiones inimaginables e imposible de comprender, así que no dudaría en decantarme por lo segundo. Porque, ¿quién, después de ver "El número 23", no ha encontrado dicho número por doquier durante semanas? Es todo un juego mental. Todo esta en nuestra mente: el amor y el dolor, la alegría y la tristeza, el fracaso y el éxito, todo. Puede que asuste un poco al principio, pero pensándolo bien, si todo está en nuestra mente, somos nosotros quienes tenemos el control. Nosotros tenemos el poder de cambiar esa realidad a nuestro favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario