miércoles, 29 de septiembre de 2010

El sindrome del corazón roto

"Muchos hemos sufrido alguna vez de lo que algunos denominan "corazón roto". Este término no se refiere a nuestro corazón físico, sino a un estado emocional que puede afectar a nuestro bienestar físico como a otros aspectos de nuestra vida. Incluso aunque no se refiere a una rotura física, a menudo tratamos al corazón del mismo modo que a un brazo roto. Le ponemos una escayola, una cubierta protectora donde nada pueda penetrar, lo inmovilizamos por un periodo de tiempo conveniente, teniendo así oportunidad de sanar. Es importante no molestarlo para evitar un trauma mayor. Si alguna vez te has roto un brazo, sabes cuál es su estado cuando se le quita la escayola: se ve más delgado, a veces incluso seco y arrugado, y cubierto de piel muerta debido a la falta de uso. En algunos casos se requiere de terapia para recuperar la movilidad. Y por unos años, el lugar de la rotura, aunque haya sanado, duele en algunas ocasiones. Cuando tenemos un hueso roto, corremos para que el problema no se complique más. Sino lo atendemos podemos quedar con una discapacidad severa que será más difícil de corregir en el futuro. Dependiendo del tipo y severidad de la lesión, algunos fragmentos pueden dañar lo que rodea. Nunca se nos dice "que lo dejemos pasar". Es cuando las circunstancias que rodearon al accidente nos causan angustia, cuando nos damos cuenta de que lo que ocurrió es real. Generalmente, uno no muere por un brazo roto. No te hace sentir perdido, humillado o traicionado...
Hay algunas personas, sin embargo, que han muerto como resultado de tener el corazón roto. Algunas sintieron que no podían seguir viviendo con ese dolor y se quitaron la vida. Otras sucumbieron a enfermedades físicas que se complicaron debido al permanente estado de pena e incapacidad (o falta de voluntad) de olvidar. Algunas van por ahñi con distintos grados de discapacidad provocados por los mismos factores. Estas condiciones no son siempre visibles y a veces se ocultan deliveradamente.
Un corazón roto se puede remendar si se conoce el daño real sufrido y no se le deja de lado como algo que puede hacerse cargo de sí mismo. Aquellos de nosotros que hemos remendado corazones, hemos tenido que desarrollar nuestros tratamientos curativos, algunos más efectivos que otros. Y después, como un hueso roto que sana, siempre queda una evidencia residual, un trauma. Incluso si lo que se rompió acaba siendo más fuerte que antes.
Cualquiera que haya sufrido de "corazón roto" te puede decir que hubiera preferido romperse un brazo. Duele menos, se cura antes y se obtiene más ayuda para sanarlo."



Esto no es mio. Lo leí hace algún tiempo por internet y de inmediato lo copié en un trozo de papel. Hoy  ese papel ha vuelto a mi. ¡Casualidades de la vida! Quién desearía haberse roto un brazo, o los dos... 

.·.·.

·.·.·

.Un beso.

martes, 7 de septiembre de 2010

Que vuelvan las pesadillas...

...
Cerré los ojos y estaba contigo
No había nada especial, sólo estaba contigo
Ni siquiera sé si estabas ahí conmigo
pero sé que aún me querías. 
Estabas conmigo.
El dolor ya no estaba y 
mi cuerpo al fin estaba libre de angustia.
Cuánto tiempo hacía ya...


Pero abrí los ojos, y desperté.
Desperté de ese sueño traicionero
que no hizo más que recordarme
la felicidad que un día sentí
y hoy tan lejos se encuentra


¡Maldito sueño!
¡Que vuelvan las pesadillas!
Al menos así me alegro de despertar. 
..
...
...
..

jueves, 2 de septiembre de 2010

La espera

.
..
...
Seguir guardando los mismos sueños, las mismas esperanzas.
Seguir buscando su voz y añorando su mirada.
Seguir esperando una llamada, un mensaje, algo.
Sin saber qué hacer, qué decir o qué no.
Sin saber si las esperanzas que alberga son en vano.
Sin saber si él aún la quiere.
...
..
.