Aquí estoy de nuevo, frente a la pantalla del ordenador pensando cómo expresar todo lo que se me pasa por la cabeza, todo lo que siento. Es curiosa la forma en la que elegimos las palabras a la hora de dar explicaciones. Quizá de manera inconsciente expresamos perfectamente hasta los más pequeños matices de lo que pensamos. Sin darnos cuenta, estamos dando solución a problemas que creíamos irresolubles. Sin embargo esas palabras pueden expresar simplemente algo de lo que nos hemos estado convenciendo durante años. Como siempre digo hay momentos en las relaciones, ya sean de amistad o de algo más, en los que se puede seguir adelante sin la otra persona. Pero a pesar de ello nos seguimos aferrando a la idea de que no podríamos sobrevivir sin ella, que no podríamos "perderla". La diferencia de años que alguien lleve en tu vida no significa nada, porque la necesidad de que continue en ella puede ser muy diferente.
Con esto no quiero decir que quiera expulsar de mi vida a nadie, porque como he dicho en muchas ocasiones, soy egoísta por naturaleza y mantendré a mi lado tanto a los unos como a los otros en medida de lo posible. Porque hay momentos en los que podrías vivir sin ninguno, y a la vez no sobrevivirías sin los dos.
Aquí me debato entre lo nuevo y lo antiguo, y deseando convivir entre el pasado y el futuro, egoístamente.
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