
Ella te amó, qué digo, aún te ama. Contigo era la más brillante estrella del firmamento, su sonrisa nos iluminaba a todos los que la rodeábamos. Ahora está marchita, como una rosa roja que en tiempos fue la más hermosa, pero fue arrancada y ahora muere cada instante un poco más.
Ya no sale de su cuarto más que para ir a la nevera en busca de más alcohol que llevarse a la boca. Ha vuelto a fumar y veo como se le va la vida poco a poco. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué la dejaste? La tenías y no supiste verlo. Ella te amaba, como yo la amaba a ella...Prefiero que sea tuya si eso la hace feliz a verla de este modo, no puedo soportar verla así. No sé si lo superará.

Una sonrisa, y esta vez de verdad. Pero...¿qué es eso que veo?¿Es felicidad? Sí, es feliz. Pero no es sólo eso...hay algo más en su mirada, lo veo. Puedo verlo, me está mirando a mí.
Ya ha pasado un año desde que te fuiste. En este tiempo Ella ha conseguido seguir adelante, no te necesita. Y no hace falta que vuelvas nunca más. No te preocupes. No te preocupes porque yo cuido de Ella...y Ella cuida de mí.
2 comentarios:
precioso relato, hermoso final...
es un final digno para aquellas personas que siempre luchan por el bienestar, bienestar propio y de los demas!
como siempre.... ME SORPRENDES
un gusto leerte!!
besos
que ete bien
^^
=D
Que bonito final. Supongo que al final pasa eso si te dejan tirad ay hecha un asco. Muchos besos Sandra. Sigue escribiendo asi por dios! jajaja Te quiero ^^*
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